La guerra informativa se libra en los medios nacionales, preferidos aún por, hasta la propia dirección de comunicaciones de Alcaldía de Santo Domingo Este, pero también en el «underground», las redes de WhatsApp, Facebook e Instagram, pues Twitter, que aparentemente es el escenario político no pasa de ser el «oficial» pero no el «letal».
En esas redes, equipos políticos, sobre todo del PRM, endosan al Alcalde la «no llegada de bonos» pues, según se sabe, este «no entregó» al final nada a los regidores.
El alcalde, que logró penetrar la militancia perremeeista desde el 2016 no ha sabido manejarse en esta etapa de la guerra de «boca a boca» y es víctima de campañas difamatorias, esta es la última, la peor ha sido la de los empleos, que aún asignándolos a una comisión del PRM, los «males» le caen en la cabeza.
La política tiene un componente mediático en el cual el Alcalde aún posee mucha debilidad y es presa de campañas soterradas de líderes que, o ambicionan la Alcaldía para cualquiera de los objetivos que tengan que ver con el gobernar, servir o servirse, según sea el caso.
La «capa de medios» está definida y es fácil poder analizarla según la línea editorial, desde «manuelistas», neutrales, adversarios hasta el tipo «gatita de María Ramos», que publican los más aberrantes artículos falsos y medias verdades para luego difundir una nota de prensa «oficial» y bailar el son del dizque «independiente».
Es cierto, si, que la Dirección de Comunicaciones de la Alcaldía es institucional, pero aun así, adolece de saber «dar golpes de efecto» que hagan mover «tropas» tanto a lo interno del PRM como fuera, siendo en esta etapa, crucial.
Es sabido que se ha movido más de una vez «grasa» para campañas denostativas entre medios y voceadores, evidente cuando se analizan las líneas editoriales en cada etapa del proceso, donde la Alcaldía, literalmente, ha tenido el enemigo «dentro», en el propio partido y en el propio ayuntamiento que, por la diversidad del reparto político del mismo y las ganas de corromperse, hacen de gobernar una difícil tarea, mucho más compleja que cuando los «dineros» se reparten entre equipos políticos «hambrientos» o «amigos» con la mano extendida y la exigencia de «hice campaña por ti, ahora, reparte».
Los regidores hicieron una conferencia de prensa donde acusaron al Alcalde de no entregar los bonos, pero justo el día 28 de diciembre del 2022 se «escondieron» y ni el presidente del Concejo quiso «tirarse la foto» recibiendo millones para repartir, por lo que acudieron al «siempre alcanzable» Pascual Disla, contralor, quien además de tirarse la foto se cubrió cuando le tocó, uno a uno, darle su parte.
Los regidores si recibieron los bonos prometidos… lo demás, pertenece a la ineficiencia del equipo político de Manuel Jimenez en el combate que se lleva en medio de chismes, difamaciones y medias verdades que desde su propio grupos de su propio partido han sido su principal oposición y contra las cuales, no ha sabido e incluso, en esta etapa, no ha querido hacerles frente.
